Hay
que sacarse la careta, salir del encierro, de lo clandestino, como si eso fuera
lo prohibido. Lo prohibido, lo clandestino, es una olla a presión. Cuando llega
a su punto te explota en la cara, te salpica, te moja, te sorprende.
Te
toma, te aborda, te arrebata… así lo niegues, eso que mantenemos en la sombra,
clandestino, tarde o temprano reclama su lugar.
La
leña que se moja pero que no se consume sigue chispeando, eso es la
clandestinidad. Porque la clandestinidad tarde o temprano prende, renace de las
cenizas, te quema.
Finalmente
lo clandestino sale a la luz, abandona las sombras, la oscuridad, para luchar
por lo que quiere. Desafía al deber ser, a lo prohibido. Y ya sin esconderse,
sin ocultarse, lucha a cielo abierto.
CA3
Que texto tan bonito..Hay veces que es mejor luchar desde el principio sin esconderse! besos :)
ResponderEliminarYa... es como los secretos, tarde o temprano salen a la luz y vaya lío se organiza :)
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